Marita
y Pablo

 Querida familia y amigos:

Con algo de retraso pero con mucha ilusión, les compartimos la invitación a nuestra boda.

Como todos saben, no somos muy dados a las formalidades y se nos han ido pasando los días sin darnos mucha cuenta, pero no queríamos dejar pasar la oportunidad de dejarles algunas palabras por aquí.

En primer lugar, queremos darles las gracias por estar en nuestras vidas y por alegrarse tanto con esta noticia. Ha sido maravilloso compartirla con todos y cada uno de ustedes – en persona o a distancia. Es totalmente cierto que la felicidad es mayor cuando es compartida. ¡Muchas gracias por todo el cariño!

Al hablar de esto por primera vez, decidimos centrarnos en compartirlo con las personas que más queremos, en un espacio que se sintiera un poco nuestro, y sin más preocupaciones que estar rodeados de corazones que se alegran por nosotros. Por esta razón, nos casamos en la Parroquia de San Francisco de Sales (Salesianos de Estrecho) que para Pablo – y muchas personas más – es familia y un poco hogar. Y poquito a poco, para mí también.

Nos hace muy felices celebrar con ustedes que nos hemos encontrado, que nos queremos y que queremos crecer juntos toda la vida. Ya sea viniendo de Madrid, de otros lugares de España, de Perú, o de otras partes del mundo, tu presencia es nuestro mayor regalo. No necesitamos nada más.

¡Los queremos mucho!